La Mascletà es sonoro e visual a partes iguales. Si que es verdad que miles de personas se acercan lo más que puedan a la Plaza del Ayuntamiento para ver desde cerca; pero también cuando preguntes donde van a disparar los fuegos artificiales y donde se verán, muchos te contestarán que la cosa es escuchar. El ritmo logrado por la sucesión de sonidos es una verdadera pieza de música, a la que el olor se suma de forma sutil pero añadiendo a la experiencia. Es breve, eso si, pero intensa. Vuelve a la mente Antonio Escohotado… la explosión sublime de la percepción sensorial. La última semana del periodo fallero es particularmente intensa, exhalada por la presencia de las falleras de todos los barrios en la calle en ocasión de las premiaciones y por el evento culminante con la Cremà, un momento trascendente que recuerda el continuo alternarse de vida y muerte a lo largo de la vida misma.
